Antes que nada, los video juegos no engordan, el que engorda es el chico (o no tan chico) que los juega. Se le acredita esta singular característica alimenticia a los juegos, por ser una conducta sedentaria. También lo son la lectura o la escritura, pero jamás escuche en mi vida que era malo escribir porque ibas a ganar unos cuantos kilos de más.
Si el “gamer” en cuestión, además de pasarse horas frente a la tele o el monitor, llevara una dieta sana y equilibrada, y ni hablar si cada tanto hace ejercicio, la obesidad no seria un problema.
Señora, si su niño/a sigue estos consejos, y así y todo sigue siendo el gordito de la clase, el problema es otro, no la computadora. Se lo juro, conozco gente que juega al Pro Evolution Soccer y es flaca. En cambio, si al mismo tiempo que su hijo juega, se esta bajando una bolsa entera de papas fritas, dos hamburguesas con queso y 3 litros de Coca Cola, Eureka, encontramos el problema!.
Después, esta el otro problema atribuido a los video juegos, la violencia. Es verdad que hoy en día muchos video games tienen altos contenidos de violencia, pero entendamos esto: Es solo un juego. Si alguien, joven o mayor, no puede diferenciar entre lo real y lo virtual, no solo lo habría que alejarlo de las computadoras y consolas, sino que también de la televisión, los libros, y cualquier otro elemento que trabaje con la ficción. No vaya a ser cosa que después de matar a alguien por culpa del Counter Strike, quiera volar en una escoba como Harry Potter desde un quinto piso.
No soy psicólogo, ni sociólogo (ningún “ologo”), pero para querer imitar a un ejercito armado o héroes con súper poderes, algún cable cerebral, no está del todo bien conectado.
Antes, cuando los video juegos aun no eran tan “realistas” como hoy, se le echaba la culpa a la televisión, se decía que ciertas películas o dibujos animados hacían que los chicos se transformen en armas mortales. Desde mi humilde punto de vista, si alguien logra volar y dar los golpes eternos y letales de Dragon Ball Z, realmente estamos hablando de un súper hombre. Recuerdo que se defendía al Chavo del 8, con el lema de “humor sano”, acaso esos golpes (porque en eso se basaba: golpes), no eran aun mas fáciles de trasladar a la realidad que los poderes de los Caballeros del Zodiaco?. Piénselo, señora. Y mientras el nene cumpla con el estudio y coma más o menos bien, déjelo que juegue todo lo que quiera, y si el del problema es su marido, mientras le cumpla a usted, déjelo también.
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