“La sociedad del control” (o “prohibiendo cualquier cosa” o “La silla maldita”)

Como muchos de los que pueden llegar a leer esto saben, estoy viviendo desde hace un tiempo en Estados Unidos, Miami mas precisamente. También la mayoría sabe, llamándola de una u otra manera, que este país es “La Sociedad del Control”, o mejor dicho, del Sobrecontrol. Buscan que nada se les escape, y te inculcan un miedo importante a seguir las reglas. Y esto viene pasando hace generaciones, por ende, la gente ya esta “mansita”, y medio que se controla sola, pero para que esto siga siendo asi, la manera es creando mas reglas, por mas ridículas que sean, solo para que alguien las haga cumplir, y otros tantos las cumplan.
Por un lado, en los diarios o noticieros vemos las grandes consecuencias que esto trae, pero a su vez, también las trae en cosas mas pequeñas de la vida cotidiana, como el ejemplo que voy a tratar en este articulo.
Como el 99% de la gente que vive en condominios, tenemos sillas en nuestro balcón. Hace un tiempo teníamos unas verdes, pero conseguimos otras dos lindas sillas color “cremita” o “hueso”, y decidimos cambiarlas. Una de las sillas verdes, que no teníamos donde poner, la dejamos donde estaba, en ese balcón, además, así en vez de dos, tres personas podían tomar el aire calido de la ciudad del sol desde este cuarto piso.
Bien, varios días después nos llega una notificación de los encargados del condominio, haciéndonos un pedido que hasta el día nos sigue causando gracia: “Por favor, saque la silla verde / solo un color”. Si, leyeron bien, nos prohíben tener sillas de dos colores diferentes en el balcón. Por ejemplo, si a usted le gusta el fútbol y es hincha de Boca Juniors, no puede expresar su fanatismo poniendo una silla azul y otra amarilla en su propio balcón, es una falta grave…
A continuación el scan y el detalle del aviso intimidatorio, por favor, clickeenlo y leanlo, porque es imperdible… (Obviamente, borre todos los datos de dirección, y nombre de la gente que envia esto, para que pasen menos vergüenza).


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Habla de distinguirse y ser los mas exquisitos, pero parece que desde el vamos, estamos lejos de eso… notaron la cantidad de faltas ortográficas en ese aviso?. Es increíble. “major”, “attrativos”, “propsito”, “semas” en vez de semanas, y otras tantas… es decir, se toman el tiempo para revisar cada uno de los balcones del condominio (y créanme que son muchisimos), pero no para corregir su ortografía. Controlar si, controlarse, no. Por supuesto, esto viene acompañado de una foto (como si no conociera mi balcón), que parece sacada con el satelite del Google Earth. Y da un poco de miedo sentirse así de observado.
En fin, si queríamos seguir viviendo aquí, teníamos que sacar la silla, eso hicimos.
Unos días después, por cuestiones que no vienen al caso, sacamos una silla blanca a ese balcón, pensando que “Blanco” y “Hueso”, no son iguales, pero que tampoco iba haber problemas gracias a su similitud.
Obviamente, nos equivocamos, y así fue que nos llego un segundo aviso, pidiendo retirar la silla blanca en este caso… cada vez mas increíble.








Es cierto que si vives en un lugar, tienes que aceptar las reglas del mismo, no es mi intención negar eso, seria como ponerse a jugar al fútbol, tomarla con la mano en mitad de cancha y después quejarse al respecto. Pero de todas las personas que conozco, la mayoría mentalmente sana, entiende que esta regla no tiene demasiado sentido. Volviendo al fútbol, es como querer cobrar que un jugador tiene mal aliento o algo así.
Por estos dias, estamos analizando no poner mas sillas en ningun sitio de la casa, no es lo mas comodo, pero es la mejor manera de cumplir la reglas... Hail...